Lidia Susana Puterman –Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina–

Contra reloj

El tiempo es limitado,

perverso, aniquilante.

Hasta soberbio cuando

quiere malograr tus sueños.

Se bambolea hacia los lados

buscando un ritmo

acorde a tus impulsos

desangrantes de esperas.

El tiempo es mordaz,

escaso, desafiante.

Se estremece y sacude

cuando lo enfrentas.

Y percibe que tus miedos

se mutilaron en un abismo.

Crece tu fortaleza como volcán

de lava jubilosa y ardiente.

El peso de los años

El cansancio de los años nos doblega,

su peso insostenible nos negamos a sentir,

nos rebelamos con fuerza de no sé dónde,

y la vida a su pasar nos obliga a seguir.

Y perdemos en el andar el poder del asombro,

nos gana la incertidumbre, la desazón,

creemos en falsas promesas para regocijar

como única alternativa nuestro cansado corazón.

Y el tiempo por vivir parece efímero,

no se vislumbra horizontes ni esperanzas,

nos alimentan los recuerdos, los perdidos sueños

que una vez tuvimos y atrás quedaron ¡esas ansias!

Siempre más allá hay un claro en la penumbra,

que la sangre aviva, que la mente despierta,

nos mantiene en vilo y tal vez asusta,

pero aunque duela…es mejor que estar muerta.