Enriqueta Ester Matelicani –Santa Fe, Argentina–

Los días transcurren, la agonía se hace lenta, la paz de cada uno de nosotros parece disminuir lentamente...

Y es aquí donde tenemos que buscar lo bello, nuestra esencia crece desde lo profundo del alma. Ser, creer, es lo fundamental.

Todos juntos podemos vencer, lo primordial es la coherencia, no el daño que podemos ocasionarnos.

¿Es que la mediocridad nos consume? ¿Por qué nos resistimos a dar el paso haciendo el bien?

Debemos buscar la solución para todos, no perjudicarnos. ¡El mundo se derrumba, la humanidad también!

Hagamos fuerza para resurgir de las impuras inclemencias que quisieron hacer desastres y destruirnos como si fuésemos vulgares e insulsos seres, sin vida.

Luchar, debe ser la consigna, no dejarnos pisotear es la meta, esto no nos va a derrumbar.

Los que plantaron esto deben estar arrepentidos, la humanidad y el universo les harán ver que no nos van a exterminar. Seremos frutos sin cosechar, para ellos, haremos valer nuestros actos y…La vida nos verá brillar en cada lugar del mundo, donde queramos permanecer.

Hecho en cuarentena

Silencio... ¿Sientes la vibración de tu cuerpo? ¿El fluir de la sangre, corriendo por tus venas? ¿Sientes fluir en tu cerebro las neuronas?… inquietas, nerviosas, no entienden porqué se van rompiendo las esperanzas.

De repente, te encuentras envuelta en una incertidumbre total, dentro de una nube, te despiertas.

Un inescrupuloso, alguien, que no quiere la vida, ha logrado poner en vilo a la humanidad.

¿Y ahora? ¿Esas manos lograrán su objetivo, alarmar al mundo?

Por favor, no podemos permitirlo, busquemos abrir un sendero para que no nos maten, para que los caprichos de esos perversos no logren su objetivo.

Ahora, para luchar contra ese mal, nuestro deber es permanecer fuera de todo esto, el quedarnos en casa. Hacer la cuarentena, favorecerá que este maldito se “VAYA”.

Nuestras moléculas irán activándose para que no caigamos, para estar de nuevo, ¡juntos! A la familia, a los nietos, a los amigos, al mundo maravilloso que tenemos y que ¡juntos! Lograremos un universo feliz, fuera de todo mal.