Angelhada –Provincia de Buenos Aires, Argentina–

Tiempo sin tiempo

Hubo una vez,

un tiempo sin tiempo,

cuando los sueños rompían

y sin sentido caían,

las rutinas compartidas.

Cuando las sombras del abrazo,

se esfumaban en lo oscuro.

Cuando los besos fueron letales,

y las caricias prohibidas.

Surgió la soledad en el silencio,

y fue la compañera en ese tiempo,

donde todos y cada uno,

debimos mirar hacia dentro.

Enfrentar a su vacío,

en el alma contenido.

Y en el medio de la noche,

encender la sagrada llama.

A pesar de lo incierto,

del oscuro mañana.

Y en la angustia del alma,

encender la esperanza,

que de ese tiempo sin tiempo...

sabrían sacar enseñanza.

Un nuevo orden

Mares, ríos y océanos,

con sus olas encrespadas,

van cantando una historia,

de una raza envenenada.

Los piratas tienen fiebre,

ya no pescan, ya no cazan,

no navegan hoy mis aguas,

ya no ensucian y no nadan.

Nuevamente, los delfines,

en el mar de ola salada,

dejan oír su chasquido,

que es augurio de esperanza.

Aguas blancas de montañas,

van bajando embelesadas,

porque van contando historias,

entre piedras engarzadas.

Cuentan cosas que escucharon,

sobre el hombre que las daña.

No hay peligro dice el rio,

no hay basura, ¡salgan, salgan!

y se llena de colores.

son cardúmenes que bailan.

En las selvas y los bosques,

vuela el chisme con el viento.

¡Ya no viene quien nos tala!

¡Dios ha oído nuestro ruego!

La alabanza es constante,

con las ramas en el cielo.

Y las aves con sus trinos,

y gorjeos tan bonitos,

cantan nuevos sones viejos,

cantan dulces este mito,

que el amor de Dios es bello,

y son ellas su reflejo.

En la cueva de los vientos, se dispersa este chimento,

¡Hoy el aire se renueva!

¡Fuera smog y sus secuelas!

El espíritu de Dios,

se movió sobre la tierra.

Con amor le habló al mar, a los bosques, a la sierra.

Le habló al río, a la playa,

a la montaña y a la selva.

El hombre aprende,

y se alecciona.

Su negligencia, ¡tierra perdona!

Un nuevo orden, ya está llegando.

¡Vivan unidos! ¡Sean hermanos!