Alfredo Pablo Espeche –Tucumán, Argentina–
- unodeloesteeditori
- 20 may 2020
- 1 Min. de lectura
Te aplaudimos
¿Qué ven tus ojos cansados?
entre largos pasillos,
penosos estudios
y el corazón de oro,
socorriendo al ser sufriente,
también tu parte humana
siente miedo cuando cruza
por tu mente que se viene lo peor.
Dejas atrás la comodidad de un hogar,
una familia te espera,
sin saber si volverás.
Alucinas de cansancio,
el llanto fluye
de rodillas, ya vencido
no das más.
Guerra sin tregua,
el virus no cede
tu mano es necesaria
elegido de Dios, alma blanca
corazón verde, desde afuera
te aplaudimos.
¡Tú...por dentro
alma en ruinas!
En homenaje a todo el personal de la Sanidad, Dios y la Virgen los proteja.
¡Queda(s)te en casa!
Confusión en la gente
cuando todo se cae,
gente que muere
a pesar del sol
no brillan sonrisas,
todos prisioneros
de un mal invisible,
volver a casa hoy
me fué tan difícil,
entrar y no verte
tus cosas por ahí
estáticos monumentos
sin orden, ni forma.
Entrar en el cuarto
aroma a remedio
que flota en el aire
tu ropa ya vacía
colgada en percheros
unas estampas,
un rosario enrollado
en la mesita
dolientes testigos
marcaron tu cielo.
Abro la ventana
sofocado, presuroso
casi esperando verte
infeliz autoengaño
del niño que fui
rumbeando al fondo
escapando tal vez
mientras las flores
embriagadas de brisa
preguntan silenciosas
¿Qué pasó?
¿Quién nos cuidará
mañana?
Al son de los medios
que repiten:
¡quedate en casa!
abrazando un árbol
herido de ausencia
me doy cuenta, que aunque te hayas ido, dejaste tu huella: ¡Quedaste en casa!

Comments